OPINIÓN

La mano izquierda

Juan Villoro EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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Vicente Rojo tenía siete años cuando su madre tuvo que vender el piano. Su padre, que pertenecía al Partido Comunista, se había exiliado en México después de la Guerra Civil y Vicente tardaría diez años en alcanzarlo. En 1939, la pobreza de una familia desgajada se condensó en el piano que salía por el balcón de un quinto piso. Rojo recordaría la escena de este modo: "Setenta años después, ese niño piensa que a lo largo de toda su vida su afán más profundo, la raíz de sus desvelos, siempre acompañada de papeles y lápices de colores en las manos, ha sido recuperar ese piano".