Es realmente muy triste ver la situación de nuestros hermanos acapulqueños. De nueva cuenta han sido golpeados por la fuerza de un ciclón. Lo que es preocupante es la nula acción del gobierno de Guerrero. Pasó casi un año desde "Otis" y no hizo nada para impedir que otro desastre azotara a Acapulco y al estado en general.