Movimiento Ciudadano hizo una apuesta de altísimo riesgo. No solamente perdió: quedó en ridículo. Ir en solitario a la elección del 2024 implica la responsabilidad de partir la oposición y facilitar la victoria de un partido en cuyo proyecto aparece el propósito explícito de destruir las bases de autonomía del Poder Judicial y del árbitro de las elecciones. No es extraño que el régimen se haya empeñado en promover la candidatura de Samuel García a la Presidencia de la República. Tenerlo en la boleta facilitaba la victoria de Morena en la pista presidencial y favorecía las probabilidades de mayoría en el Congreso. No especulo. Desde hace tiempo es claro que López Obrador tenía un segundo candidato a la Presidencia.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.