En su libro más reciente, el politólogo Jan-Werner Müller hace un diagrama de la infraestructura de la democracia. A los valores tradicionales de la libertad y de la igualdad, el estudioso del populismo agrega la experiencia de la incertidumbre. No es particularmente novedoso lo que dice, pero su énfasis es útil en estos tiempos: la democracia es un juego de posibilidades abiertas o no es nada. Afianzar con las armas la definitividad de política expresa el impulso autoritario más grotesco: un intento de incautar militarmente el futuro.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.