El aniversario del asalto al capitolio ha estimulado una discusión intensa en Estados Unidos sobre la condición de su democracia. La crisis que exhibió esa violenta irrupción de la ultraderecha azuzada por el presidente Trump está lejos de haber sido superada. Queda la sensación de que el asalto fue un ensayo, una advertencia de lo que podría volver a suceder. Una parte de la sociedad política no acepta el resultado del proceso institucional y trata de imponer su voluntad a través de la fuerza.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.