CULTURA

No pierdo la curiosidad.- Pedro Meyer

05 MIN 00 SEG

Erika P. Bucio

Cd. de México (01 octubre 2021) .-21:00 hrs

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
'Lo padre de la fotografía es esa posibilidad de siempre estarte sorprendiendo', dice Meyer, con 70 años en la profesión.

"Lo padre de la fotografía es esa posibilidad de siempre estarte sorprendiendo", dice Meyer, con 70 años en la profesión. Crédito: Ängel Delgado

Nicaragua, 1978: 'El evangelio y la guerrilla II'. Al centro, con boina, el poeta Ernesto Cardenal, en un campamento sandinista cerca de la frontera con Costa Rica.

Nicaragua, 1978: "El evangelio y la guerrilla II". Al centro, con boina, el poeta Ernesto Cardenal, en un campamento sandinista cerca de la frontera con Costa Rica. Crédito: Archivo Pedro Meyer

Hace 50 años tuvo lugar la masacre del 2 de octubre de 1968. Meyer estuvo ahí, documentando también el movimiento.

Hace 50 años tuvo lugar la masacre del 2 de octubre de 1968. Meyer estuvo ahí, documentando también el movimiento. Crédito: Archivo Pedro Meyer

'Pásate un toque, ¿no?'. Una imagen del festival de Rock y Ruedas de Avándaro, 11 de septiembre de 1971, hace 50 años.

"Pásate un toque, ¿no?". Una imagen del festival de Rock y Ruedas de Avándaro, 11 de septiembre de 1971, hace 50 años. Crédito: Archivo Pedro Meyer

Imagen del entrañable testimonio de los últimos tres años de vida de sus padres, Ernesto Meyer y Liesel Richheimer, titulado 'Fotografío para recordar'.

Imagen del entrañable testimonio de los últimos tres años de vida de sus padres, Ernesto Meyer y Liesel Richheimer, titulado "Fotografío para recordar". Crédito: Archivo Pedro Meyer

La primera fotografía que recuerda haber tomado es la de una borrega dando a luz en La Marquesa. Iba camino a un campamento de boy scouts para el que sus padres le habían regalado una "camarita". En aquel despoblado terreno, cerca de la carretera, Pedro Meyer, entonces un niño de 11 años, se detuvo a registrar el parto, con una curiosidad, asegura, que no lo ha abandonado.