La semana pasada, una niña de 7 años (Fátima) fue encontrada muerta en una bolsa de plástico en Tláhuac con signos de haber sido golpeada y agredida sexualmente. El caso que ocupó la atención de los medios durante toda la semana comenzó cuando una desconocida la retiró de la puerta de la escuela y se la llevó. La familia fue a la Fiscalía General de Justicia (FGJ) a realizar la denuncia pero la primera línea de atención se negó a abrir inmediatamente una carpeta de investigación. Recién al día siguiente, cuando los familiares reunieron más pruebas lograron activar los mecanismos por la desaparición de un/a menor de edad (Alerta Amber). No hace falta decir que esas (primeras) horas perdidas regularmente son vitales -y lo fueron- para encontrar al menor con vida. La jefa de gobierno reconoció la cadena de negligencias y anunció una investigación para determinar responsabilidades.