Antes de que venga el ataque descomunal, comienzo por lo siguiente: no aplaudiré lo hecho por Nahuel Guzmán. Sigo pensando que el futbol no puede retroceder a aquellos tiempos donde lo visible era invisible por la opacidad de las cámaras y que el "Fair Play" debe prevalecer en la cancha. Pero así como no lo aplaudo, tampoco comparto que se satanice la imagen de un futbolista.