Uno de los primeros gestos del nuevo Gobierno fue la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) y su reemplazo, por el "Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles" (AIFA), en Santa Lucía. Con este nuevo aeropuerto, la ampliación del de Toluca (AIT) y la construcción de la Terminal 3 del "Benito Juárez" se pretendía mejorar la infraestructura aeroportuaria del centro del País y descongestionar el espacio aéreo mexicano (Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024). En ese sentido, el balance de mitad de la gestión es negativo: 1) se canceló la construcción de la T3 en el AICM (ya ni siquiera aparece en Presupuesto de Egresos de la Federación) y 2) se suspendió la compra del 49 por ciento de las acciones del aeropuerto de Toluca a la firma Aleatica (por ende, se canceló la ampliación).