OPINIÓN

¿Murió uno de los polos?

Gabriela Warkentin EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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Hasta antes del 2 de junio, la opinocracia, una parte de la ciudadanía que vive en redes sociales y la clase política, parecían atrapadas en el desgarramiento de la polarización propia de las sociedades actuales. Todo indicaba que la estridencia de ambos polos era de tal magnitud que la fractura de la conversación pública llevaría, en el mejor de los casos, a la parálisis deliberativa y, en el peor, a la confrontación directa. Lo que sucedió, tras la jornada electoral, fue que uno de los polos creció de tal manera que apabulló al otro, y el otro se desintegró en cuestión de minutos. Tan débil resultó la cohesión del polo opositor que éste se diluyó a los pocos días de la jornada electoral. Y tan fuerte resultó el apoyo en las urnas al polo oficialista, que éste se transfiguró en aplanadora para eliminar obstáculos rumbo a una posible transformación del país como no habíamos vivido en mucho tiempo.