CULTURA

Muestra Canclini tramoya de inteligencia

Jorge Ricardo

Cd. de México (12 noviembre 2014) .-11:42 hrs

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El mundo se ha llenado de etiquetas. A Néstor García Canclini, que presentaba ayer su libro El mundo entero como un lugar extraño, no lo pudo pasar en la Librería Rosario Castellanos sin que antes le pusieran un sello.

Sellos, etiquetas, códigos de barras, vigilancia en Google, Facebook o las redes sociales, en este mundo súper vigilado, dijo Canclini, el ejercicio de la ciudadanía sólo puede hacerse en la clandestinidad.

El filósofo y antropólogo de origen argentino presentó su libro con Juan Villoro El mundo entero como un lugar extraño, dijo este último, es una especie de cartografía para navegar en el futuro.

"Nos lleva a la tramoya de la inteligencia, para ver cómo se producirá en el futuro el un nuevo conocimiento de la realidad".

El libro no tiene bibliografía ni notas al pie, no es demasiado voluminoso y no tiene introducción ni final. García Canclini siguió la recomendación del cineasta Jean-Luc Godard cuando le preguntaron si una película debe contener inicio, desarrollo y final, y él respondió: "Sí, pero no en ése orden".

En el plano cultural, las fronteras son más difusas. ¿Para qué poner notas al pie, o la exacta referencia bibliográfica, si cualquiera puede encontrarlas en internet?, dijo el investigador, autor de Culturas híbridas.

"La vida contemporánea está regida por el zapping", dijo.

Eso sí, García Canclin en El mundo entero como un lugar extraño inventa una trama con un estudiante de doctorado que asiste a miles de congresos académicos dos movimientos sociales que se mueven en un mundo lleno de letras pero más opaco, con letras pequeñitas, con la rapidez de la información cambiante.

García Canclini también aparece como su propio personaje, un investigador de la cultura mayor de 50 años, es decir un extraño en un mundo tecnologizado.

Aunque ha cambiado la realidad se siguen haciendo las mismas preguntas, criticó ayer. Por ejemplo: es bien sabido que la lectura no se hace sólo de libros y que pocos son los que leen de principio a fin una obra, sin embargo en las encuestas de lectura siguen preguntando sólo por el número de libros que se leen al año.

Se deben de cambiar las preguntas, dijo el investigador.

"Este libro tiene que ver con la razón y la emoción, con cierto desasosiego del investigador que se reconoce como un extranjero en la realidad que estaba investigando. Se trata de extranjería de la inteligencia, de encontrar nuevas preguntas en espera de tener en el futuro respuestas", dijo Juan Villoro.