OPINIÓN

Monsieur Bovary

Guadalupe Loaeza EN REFORMA

4 MIN 30 SEG

15 abril 2025

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Cuando era niño, Mario Vargas Llosa creía que su padre había muerto, tal como se lo afirmaba su madre. Todas las noches, tomaba la fotografía de su papá, la cual yacía en la mesita y junto con doña Dorita Llosa, su mamá, rezaban por el alma de don Ernesto J. Vargas. La foto lo mostraba vestido de marino de una gran elegancia y sobriedad. Entonces madre e hijo vivían en Cochabamba, una ciudad alejada de la costa, situada en el valle central de Bolivia, y sólo hasta los 6 años de edad pudo conocer el mar. El novelista cuenta que aunque nació en Arequipa, Perú, sólo pasó ahí el primer año de su vida, pues su abuelo paterno decidió que toda la familia se iría a vivir a Bolivia, en donde había comprado unas tierras para cultivar algodón.