Mi nombre es Alma, hija de María Beda, nieta de Paz y Aurora. Yo también, como muchas mujeres, deseo y demando que en el día y mes de las madres, les digan a las madres de las y los desaparecidos qué les pasó y dónde están... El diez de mayo han escrito algo como eso miles de mujeres en Facebook y he sentido un vértigo que me ha puesto delante del privilegio de pertenecer a una familia donde ninguna mujer desapareció. Porque en este país, desaparecer no es sólo una posibilidad constante sino una probabilidad permanente. He leído esa declaración y he pensado en aquel poema de Carilda Oliver:
Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Editorial Plaza y Valdés). Ha colaborado en El Cultural de La Razón, The Washington Post, SinEmbargoMx, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ, Revista SOHO y otros medios. Desarrolla guiones para cine, teleseries y audioseries.