En su celebración de ayer, el presidente López Obrador nos ofreció una pista valiosa para acercarnos a su entendimiento del mundo. Invitaba al primer informe de gobierno al tiempo que en la escenografía se describía ese evento como el tercer informe. Misterios de la contabilidad lopezobradorista: lo primero es, al mismo tiempo, lo tercero. Como el dogma cristiano un solo dios son tres y esa trinidad no es triple sino uno solo, en la aritmética del México renacido el primero es ya tercero, aunque siga siendo el inicial. 3=1=3. Cierto: los publicistas del gobierno han aclarado que han contado como "informes" su discurso de los cien días y el mensaje al cumplir un año de la elección. Pero lo que revela esta trivialidad es la distancia del mundo de los números. Desatención, desprecio e incluso hostilidad a la aritmética.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.