¿Misión cumplida?

Aunque el calendario indique lo contrario, la aprobación de la nueva Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación marca el fin del sexenio para la doctora Elena Álvarez-Buylla y sus seguidores. A pesar de su espléndido historial académico, a lo largo de estos años solo ha logrado ser lo que los analistas políticos llaman un personaje de reparto y, con la excepción de unos pocos arribistas, no ha podido convocar en torno suyo a científicos de primer orden. Hay buenas razones para suponer que la avalancha de amparos presentada por investigadores, junto con las acciones de inconstitucionalidad presentadas por las minorías parlamentarias ante la Suprema Corte de Justicia, harán que la llamada Ley Buylla sea declarada inconstitucional y expulsada del orden jurídico mexicano. La dignidad, independencia y sobriedad republicana con la que se ha conducido la SCJN, que conoce bien el desaseo sin precedentes del proceso de aprobación de la ley, permiten suponer que la acción de inconstitucionalidad prosperará antes de que concluya el sexenio.