OPINIÓN

MIRADOR / Armando Fuentes Aguirre EN REFORMA

1 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Tomás de Aquino, una de las mayores luminarias de la teología católica, era hombre gordo, coloradote y bajo de estatura. Por esa complexión, y por sus ojillos, entrecerrados siempre, recibió el mote de "El buey dormido".