OPINIÓN

MIRADOR / Armando Fuentes Aguirre EN REFORMA

1 MIN 30 SEG

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La comadrona de la aldea fue llamada para atender a una mujer que estaba dando a luz. Al llegar a la casa de la parturienta se sorprendió al verla gimiendo lastimeramente por los dolores, pero tendida sobre el duro suelo, y no en la cama. Le pidió que subiera al lecho. Respondió la mujer: