OPINIÓN
MIRADOR / Armando Fuentes Aguirre EN REFORMA
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No diré el nombre de este señor. Sí diré, en cambio, que era tartamudo. Uno de sus hijos se llamaba Pepepedro, pues el empleado del Registro Civil escribió el nombre del niño en el acta de nacimiento tal como el padre de la criatura se lo dijo.
