OPINIÓN
MIRADOR / Armando Fuentes Aguirre EN REFORMA
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Mi santo predilecto es San Francisco de Asís. Es un amable santo, tan humilde y sencillo que la gente lo llama por su diminutivo. Nadie dirá: "San Pepe", "San Toño" o "San Beto" al referirse a San Alberto, San Antonio o San José. Pero al hablar de San Francisco el pueblo dice cariñosamente: "San Panchito".
