OPINIÓN

¿Cómo garantizar la supeditación del Ejército a un órgano "civil", pero también conformado por militares?

Militarización

Carmen Aristegui F. EN REFORMA

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La dominancia del Covid-19, como tema informativo, hizo que un asunto de la mayor importancia para México no haya sido discutido como se debería: la militarización de la seguridad pública en México. El tema ha generado, por años, los más intensos debates hasta el punto de tener la ley que hoy tenemos. Con esa ley, el presidente de la República ordenó a la Fuerza Armada permanente realizar funciones de seguridad pública. La ley dice que la actuación militar estará supeditada a la Guardia Nacional, supeditación que es difícil de creer, básicamente porque la Guardia Nacional está conformada también por militares. El Presidente tiene la facultad de hacer lo que hizo pero, sin discusión pública, sobre las razones por las cuales hizo valer esa posibilidad, en medio de una pandemia y con un debate apagado por el confinamiento y el debilitamiento de los propios actores políticos.