Mucho se ha hablado en años recientes del populismo, ese concepto difícil de definir, pero a la vez tan útil para entender la política contemporánea. Hay coincidencia en que engloba a liderazgos políticos unipersonales y "antisistema", hostiles a las élites y críticos de instituciones y contrapesos, además de ser favorables a mecanismos de democracia directa como plebiscitos. Más aún, el líder populista se erige en cabeza de un "movimiento" con lealtad a su persona.