En la novela resultan tan significativos los silencios como los ruidos
Méxicos
Jorge Volpi EN REFORMA
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Nuestra historia se inicia en 1526, cuando la ciudad apenas estrena su nuevo topónimo -frente a las ruinas humeantes de Tenochtitlan- y Tenampi Cuautle, uno de los pocos nobles mexicas a quienes los españoles han permitido conservar el apellido, también se asombra con el nombre que le han impuesto: Diego; y concluye en 1985, cuando su lejano descendiente, Leonardo Cuautle, concluye su clase en la Escuela Nacional de Antropología e Historia con estas palabras: "Para algunos, las ruinas no solo llaman al recuerdo, sino al olvido. Olvidarlo todo puede ser trágico, pero no olvidar nada es mucho peor. Vivir es acostumbrarse a la pérdida y al consecuente olvido. Solo sobrevive quien olvida". Un par de días después, la Ciudad de México se derrumba como un montón de piedras -eco de Pedro Páramo-, tan ilegibles como las que Leo mencionó en su curso.
(México, 1968). Es autor de la novelas En busca de Klingsor, El fin de la locura, No será la Tierra, El jardín devastado, Oscuro bosque oscuro y La tejedora de sombras. Y de ensayos como Mentiras contagiosas, El insomnio de Bolívar y Leer la mente. En 2009 obtuvo el Premio José Donoso de Chile por el conjunto de su obra. Sus libros han sido traducidos a 25 idiomas. En 2014 se publicará su novela Memorial del engaño.