Finalmente, y sin mayores percances, la semana pasada cambió la Administración del Gobierno de Estados Unidos. El nuevo Presidente, Joe Biden, inició su mandato con un sentido de urgencia por enmendar gran parte del legado de la Administración anterior, sobre todo en lo que se refiere a la relación de su país con el resto del mundo, la forma de enfrentar la epidemia, la migración y el cambio climático, entre otros. En términos económicos, la era Biden va a implicar una enorme expansión fiscal, aprovechando las facilidades que le brinda el FED, al sostener bajas tasas de interés, cercanas a cero, por un periodo prolongado.