CULTURA
México es surrealismo puro.- Vila-Matas
Oliver Zazueta
Guadalajara, México (30 noviembre 2015) .-00:00 hrs
"No pretendo intervenir de momento, salvo que haya algún insulto", dijo ayer Enrique Vila-Matas.
Pero no lo hubo, estaba "Entre amigos", una mesa en la que Cristina Fernández Cubas, Guadalupe Nettel, Eduardo Lago, Ignacio Vidal-Folch, Juan Antonio Masoliver y Josep Massot evocaron sus imposturas literarias, su amor por México y sus anécdotas.
Fernández Cubas habló de cómo es capaz de inventar un nombre en su agenda -Dolores Mckenzie- y un número de teléfono, y cómo al marcarlo se hace realidad su existencia.
"Él es una de esas amistades con la que me he reído más en toda mi vida y para mí eso no es ninguna tontería, es algo muy serio, cuando te ríes con alguien compartes una concepción del mundo", dijo.
Vidal-Folch lo calificó como la encarnación de la promesa del arte; Nettel se identificó como una groupie que lo acosó por mail; Lago leyó un abecedario de haikus en su honor; Massot recalcó su capacidad de advertir de la realidad que nos quieren imponer los poderes omnímodos.
Masoliver resaltaba su nivel de extravagancia cuando el barcelonés interrumpió para contar que apenas el sábado se había encontrado en la puerta del Instituto Cultural Cabañas con la cocinera de su mejor amigo mexicano Sergio Pitol, quien no pudo venir a la feria por cuestiones de salud.
"Me he quedado helado. No me digan que esto no es México, es surrealismo puro, me he comunicado con Sergio a través de una cocinera de Xalapa", dijo.
Pero no lo hubo, estaba "Entre amigos", una mesa en la que Cristina Fernández Cubas, Guadalupe Nettel, Eduardo Lago, Ignacio Vidal-Folch, Juan Antonio Masoliver y Josep Massot evocaron sus imposturas literarias, su amor por México y sus anécdotas.
Fernández Cubas habló de cómo es capaz de inventar un nombre en su agenda -Dolores Mckenzie- y un número de teléfono, y cómo al marcarlo se hace realidad su existencia.
"Él es una de esas amistades con la que me he reído más en toda mi vida y para mí eso no es ninguna tontería, es algo muy serio, cuando te ríes con alguien compartes una concepción del mundo", dijo.
Vidal-Folch lo calificó como la encarnación de la promesa del arte; Nettel se identificó como una groupie que lo acosó por mail; Lago leyó un abecedario de haikus en su honor; Massot recalcó su capacidad de advertir de la realidad que nos quieren imponer los poderes omnímodos.
Masoliver resaltaba su nivel de extravagancia cuando el barcelonés interrumpió para contar que apenas el sábado se había encontrado en la puerta del Instituto Cultural Cabañas con la cocinera de su mejor amigo mexicano Sergio Pitol, quien no pudo venir a la feria por cuestiones de salud.
"Me he quedado helado. No me digan que esto no es México, es surrealismo puro, me he comunicado con Sergio a través de una cocinera de Xalapa", dijo.
