OPINIÓN

Las salidas aquí deben ser justificadas, por ejemplo, para comprar comida, buscar atención médica o mantener servicios esenciales

Mensaje desde el futuro

COLABORADOR INVITADO / Juan Carlos Quiroz EN REFORMA

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Escribo desde Roma, iniciando nuestra segunda semana de cuarentena. El coronavirus parece trastocar las leyes de la física y romper la continuidad del tiempo, la epidemia azota al mundo con efectos que no son simultáneos. En Italia vimos el comienzo de la infección en China hace tres meses como si fuera una galaxia lejana. Cuando apareció en Lombardía hace un mes, seguimos nuestra vida normal. Cuando los turistas desaparecieron de las calles, salimos a los restaurantes para apoyar la economía local. En confinamiento obligatorio hoy nos preguntamos cómo llegamos aquí.