Adiós a otro ahorro. Los fideicomisos, que servían para ejercer control sobre el gasto público, han desaparecido. Lo malo es que ese guardado sólo servirá para tapar el hoyo que ya está hecho. Y lo peor es que el derroche no para.<BR><BR>Así que ¿de dónde saldrá dinero ahora? Afores no, porque...