La semana pasada el INEGI dio a conocer, con base a cifras preliminares, que la economía mexicana apenas había crecido 0.2% en el primer trimestre del año con respecto a similar periodo del 2018, noticia que cayó como un baldazo de agua fría, sobre todo después de saber que venía creciendo a un promedio de 1.1% anual durante los primeros dos meses del año. Este resultado sugiere que la actividad económica sufrió un importante deterioro en marzo, mismo que no sólo eliminó los favorables efectos de la Semana Santa, sino también el ligero avance observado en el primer bimestre.