Desde el 23 de enero de este año se documentó un brote de sarampión en el oeste del estado de Texas y en algunas áreas de Nuevo México. Para el 28 de febrero, un mes después, se han reportado 124 casos. La mayoría, 82 por ciento, ha ocurrido en menores de 19 años, 95 por ciento de los cuáles no estaban vacunados.