OPINIÓN
Roberto Gómez Junco EN REFORMA
MIN SEG
Este fin de semana inicia el Torneo de Clausura 2012, con 18 participantes cuyas expectativas varían de acuerdo al potencial de cada cual y a los respectivos objetivos.
Así arranca el torneo, con equipos que le tiran en serio al título, o sólo a clasificar aunque sea de panzazo, o a la simple pero vital permanencia en Primera División; con algunos que más o menos se armaron, otros que no supieron cómo hacerlo y unos pocos más que en realidad no necesitaron de tanto porque llevan tiempo bien armados.
Lo que sigue llamando la atención en eso de "armarse" o por lo menos intentarlo, es el tradicional malinchismo que lleva a suponer que sólo con futbolistas importados se puede aspirar a conformar equipos competitivos.
Como si lo de menos fuera trabajar en las Fuerzas Básicas, forjar futbolistas en las propias filas y después darles cabal oportunidad de alcanzar el pleno desarrollo, de mostrarse en el primer equipo y convertirse en parte primordial de su fortaleza.
Afortunadamente existen las honrosas excepciones (¿Chivas, Pumas y cuál otro?), pero por lo visto en la mayoría de los casos piensan que lo de cubrir las 5 plazas disponibles para los futbolistas extranjeros es una obligación, y no un derecho.
Cinco lugares que evidentemente son muchos, y que en realidad se convierten en 6, 7 u 8, si es que el equipo en turno también cuenta con algunos de esos jugadores que después de 2 o 3 años de jugar por estos lares se encariñan tanto con el País que deciden naturalizarse; cariño que casualmente suele crecer cuando se acerca una Copa del Mundo y existe la posibilidad de ser convocado a la Selección Mexicana.
Y el problema se agudiza cuando lo que prevalece en muchos de los casos ni siquiera es el afán de incrementar el potencial futbolístico del equipo, sino la intención de terceros de llevarse su buena tajada en las transacciones ("transa-acciones").
A río futbolero revuelto, ganancia de pescadores dirigentes, promotores y por desgracia a veces hasta directores técnicos.
Dime cuánto invertiste y quiénes se encargaron de las inversiones, y te diré qué tanto el criterio al armar tu equipo fue meramente deportivo y por lo tanto qué tan firmes son tus aspiraciones de pelear por el título.
¿Quiénes pelearán por él, y cuándo se sacudirá nuestro futbol ese arraigado malinchismo?
Lamentablemente no se ve para cuándo.
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