OPINIÓN

Mala y buena

Guadalupe Loaeza EN REFORMA

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La carta de renuncia: Imagino que ha de ser sumamente difícil redactar una carta de renuncia, especialmente si va dirigida a un Presidente como Andrés Manuel López Obrador, un jefe de Estado que siempre que se le confronta con estadísticas afirma tener "otros datos"; que no soporta que lo contradigan o lo critiquen. ¡Cuántos borradores ha de haber escrito Carlos Urzúa, ex secretario de Hacienda y Crédito Público! En tratándose de un funcionario profesional, un maestro matemático, doctor en Economía por la Universidad de Wisconsin y autor de diez libros, imagino que ha de haber sopesado cada una de sus palabras: "... se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento (...) me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés". He allí un ex funcionario valiente y ético, aunque Tatiana Clouthier lo llama "cobarde" y lo acusa de tener poca ética: "era su deber adaptarse y trabajar con ellos". ¿Cómo se puede trabajar con colaboradores con los que no se está de acuerdo y que por añadidura incurren en "un patente conflicto de interés"?