Pocas veces un encuentro entre los presidentes de México y EU había generado tanta polémica y tanta atención como el que tuvieron la semana pasada López Obrador y Trump y con razón. Las voces más críticas de AMLO, y sus opositores políticos, anunciaban un desastre, un error que le costaría mucho al país, la pérdida de la dignidad de México y toda una serie de catastrofismos más. Están en campaña para el 21. Por su lado, los más fieles seguidores de la 4T alabaron el encuentro, compararon a López Obrador con Juárez, dijeron que se defendió la dignidad como nunca. Son quienes militan o trabajan para el gobierno. La realidad está en un punto medio. La visita no fue una catástrofe, ni un éxito rotundo. Sí un signo de la madurez de la relación, de su inevitabilidad y de la buena operación de la diplomacia de ambos países.
Politólogo por The New School for Social Research e Internacionalista por el ITAM. Profesor en la UIA desde el 2007 y en el ITAM (2005-2012). Coautor de varios libros académicos como Same Sex Marriage in Latin America: Promise and Resistance, La política exterior de México y ¿Qué es Estados Unidos? Analista político en CNN y el IMER. Conductor del programa Sin Filtro, en Televisa. Fue Subdirector de la Revista Foreign Affairs Latinoamérica.