Hay ya mesas en los parques que piden apoyo para encarcelar expresidentes. Se convoca en esos términos: ¿quieres que Salinas, Peña y Calderón vayan a la cárcel? Esa es la pregunta que se hace desde el partido en el gobierno. No se trata, por supuesto, de unos cuantos espontáneos. Siguen todos ellos la insistente invitación del presidente de la República. En algunos otros lugares del país donde se recogen firmas se simula que se pide un juicio, pero nadie duda de que buscan lo mismo: apoyo para una condena. ¿Quieres la hoguera para quienes odias? El espectáculo de estas mesas me parece monstruoso. No porque los expresidentes estén por encima de la ley, sino precisamente porque han de ser tratados de acuerdo a la ley. Ni más ni menos.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.