CULTURA
Luz y aire nuevos en la Capilla Sixtina
Irene Savio/ Corresponsal
Roma, Italia (16 octubre 2014) .-12:39 hrs
Los trabajos para la realización del nuevo sistema de climatización e iluminación para la Capilla Sixtina, que se encontraba en estado de alarma desde hace tres años, han culminado, según explicaron hoy los responsables en una conferencia en El Vaticano.
Las obras costaron 3 millones de euros y necesitaron de tres años de estudios, durante los cuales se trabajó para entender cómo eliminar los residuos dejados por los turistas -polvo, aliento, sudor, cabello, caspa, hilos de lana, fibras sintéticas- que estaban poniendo en peligro los frescos de los siglos 15 y 16, entre ellos los de Miguel Ángel.
Entre las novedades, se ha instalado una nueva iluminación a base de Led, que es más tenue y produce menos calor, lo que asimismo permitirá un ahorro energético de un 50 por ciento, según explicó el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci.
"En concreto, se trata de 7 mil puntos de luz, estudiados para dar una iluminación tenue, pero que a su vez harán resaltar todos los detalles de la Capilla Sixtina sin evidenciar ninguno en especial y valorar todos los frescos y no sólo los de Miguel Ángel", dijo Paolucci.
Además, también se ha renovado el sistema de climatización, que a partir de ahora pasará a estar integrado por seis máquinas que inyectarán y enyetarán aire dentro del recinto, purificándolo y dejándolo completamente libre de partículas de polvo y otros elementos dañinos como el anhídrido carbónico.
"Todo esto funcionará gracias a 20 sensores y varias cámaras que permitirán saber en el instante cuántas personas están dentro de la Capilla, una información que servirá para que se active de forma automática el sistema aireación, el cual deja fluir más o menos cantidad de aire según las necesidades del momento", detalló Vittoria Cimino, química y experta en arte.
Cimino, junto a dos colaboradores, se encargará de vigilar el trabajo de este complejo y delicado sistema, así como analizar día tras día los datos del aire y de la temperatura de la Capilla, gracias a un nuevo departamento que también ha sido creado ah hoc para evitar el deterioro de los frescos de la Capilla.
La restauración, realizada por la firma estadounidense Carrier y por la alemana Osram, uno de los mayores fabricantes de iluminación en el mundo, contó también con la colaboración de una universidad española y otra húngara.
Además, nuevamente, como ya había acontecido en 1994, la Capilla Sixtina tuvo un importante mecenas: la Nippon Television, la red privada más importante de Japón.
Así, se permitirá que la Capilla Sixtina siga recibiendo los 6 millones de turistas que la visitan cada año, aunque difícilmente ese número podrá incrementarse, según explicó Paolucci.
"Todo el mundo quiere visitar esta caja mágica. Y no se puede poner un número limitado de visitas, pero tampoco podemos hacer crecer el numero de visitantes. Hemos llegado al numero máximo posible", explicó el directivo, al añadir que la inauguración oficial al público de esta restauración será el próximo 31 de octubre.
Es decir, cuando se cumplen 450 años de la muerte de Miguel Angel, pero 20 aniversario de la anterior restauración, en 1994.
Las obras costaron 3 millones de euros y necesitaron de tres años de estudios, durante los cuales se trabajó para entender cómo eliminar los residuos dejados por los turistas -polvo, aliento, sudor, cabello, caspa, hilos de lana, fibras sintéticas- que estaban poniendo en peligro los frescos de los siglos 15 y 16, entre ellos los de Miguel Ángel.
Entre las novedades, se ha instalado una nueva iluminación a base de Led, que es más tenue y produce menos calor, lo que asimismo permitirá un ahorro energético de un 50 por ciento, según explicó el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci.
"En concreto, se trata de 7 mil puntos de luz, estudiados para dar una iluminación tenue, pero que a su vez harán resaltar todos los detalles de la Capilla Sixtina sin evidenciar ninguno en especial y valorar todos los frescos y no sólo los de Miguel Ángel", dijo Paolucci.
Además, también se ha renovado el sistema de climatización, que a partir de ahora pasará a estar integrado por seis máquinas que inyectarán y enyetarán aire dentro del recinto, purificándolo y dejándolo completamente libre de partículas de polvo y otros elementos dañinos como el anhídrido carbónico.
"Todo esto funcionará gracias a 20 sensores y varias cámaras que permitirán saber en el instante cuántas personas están dentro de la Capilla, una información que servirá para que se active de forma automática el sistema aireación, el cual deja fluir más o menos cantidad de aire según las necesidades del momento", detalló Vittoria Cimino, química y experta en arte.
Cimino, junto a dos colaboradores, se encargará de vigilar el trabajo de este complejo y delicado sistema, así como analizar día tras día los datos del aire y de la temperatura de la Capilla, gracias a un nuevo departamento que también ha sido creado ah hoc para evitar el deterioro de los frescos de la Capilla.
La restauración, realizada por la firma estadounidense Carrier y por la alemana Osram, uno de los mayores fabricantes de iluminación en el mundo, contó también con la colaboración de una universidad española y otra húngara.
Además, nuevamente, como ya había acontecido en 1994, la Capilla Sixtina tuvo un importante mecenas: la Nippon Television, la red privada más importante de Japón.
Así, se permitirá que la Capilla Sixtina siga recibiendo los 6 millones de turistas que la visitan cada año, aunque difícilmente ese número podrá incrementarse, según explicó Paolucci.
"Todo el mundo quiere visitar esta caja mágica. Y no se puede poner un número limitado de visitas, pero tampoco podemos hacer crecer el numero de visitantes. Hemos llegado al numero máximo posible", explicó el directivo, al añadir que la inauguración oficial al público de esta restauración será el próximo 31 de octubre.
Es decir, cuando se cumplen 450 años de la muerte de Miguel Angel, pero 20 aniversario de la anterior restauración, en 1994.
