OPINIÓN

Los sepultureros

Denise Dresser EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Escribo este texto desde Kyiv, Ucrania, con las sirenas alertando de otro ataque, otro bombardeo. Aquí, a la distancia y desde donde las luchas son existenciales, me duele aún más mi país. Las carcajadas de Andrea Chávez, el tono burlón de Adán Augusto López, el pacto de impunidad firmado con los Yunes, la podredumbre de la oposición partidista y la complicidad de Claudia Sheinbaum en la aprobación de la reforma judicial revelan una realidad inocultable. La captura del poder judicial no es un "experimento", ni un error táctico, ni un acto de pragmatismo impuro que debe ser defendido. Tampoco es la primera señal de alarma sobre la erosión democrática, para los recién sorprendidos y desilusionados. Es el último clavo en el ataúd de la democracia constitucional en el país. El 11 de septiembre de 2024, con martillo en mano, López Obrador se convirtió en sepulturero de la transición. Durante años pateó, desacreditó y desinstitucionalizó al régimen que heredó. Con la anuencia de la presidenta electa, lo mató.