No hay buen pastel sin cereza en la parte más barroca del betún. Digamos que al viaje le faltaba esa suave aceituna que nada por las aguas de todo trago coqueto. El pequeño gran detalle que hace la diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario. Así que qué mejor que un partido del Madrid en el Santiago Bernabéu para aderezar la aventura.