Los condenados...
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
Qué mejor cronista que Elena Poniatowska, que ha vivido tantos movimientos sociales, huelgas, manifestaciones, terremotos y cambios de gobierno desde que empezó a escribir en 1954. Elena fue mi maestra en el taller de Alicia Trueba en 1980 y, hasta hoy, continúa siendo para mí, un ejemplo de valentía y congruencia. De allí que al descubrir una entrevista publicada en el diario El País, realizada por su director adjunto, Juan Cruz, la devorara de inmediato para ver a través de los ojos de Poniatowska cómo percibía lo que estamos padeciendo los mexicanos en estos momentos.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores