Comienzo esta entrega recordando a Gilberto Valenzuela, secretario de Gobernación, cuando le presentó su renuncia a Plutarco Elías Calles: "Yo no le he perdido la confianza", afirmó sorprendido el presidente de la República, a lo que Valenzuela contestó: "Usted no me la ha perdido a mí, pero yo ya se la perdí a usted...". Esos eran los políticos mexicanos con un gran sentido del honor. Imposible olvidar a Agustín Yáñez, secretario de Educación Pública, cuando intentó dimitir del gobierno de Díaz Ordaz: "A mi ningún hijo de la chingada me renuncia, váyase a cumplir con su cometido", contestó el poblano en su conocido lenguaje florido.
Abogado por la UNAM. Dedicado a investigar la verdad oculta de la historia de México, ha escrito 20 novelas históricas y 5 ensayos de diversa naturaleza. Ha impartido conferencias en México y en el extranjero. Es conductor de un programa de televisión y comentarista en distintos medios de radiodifusión. Ha publicado más de 4,000 artículos. Es columnista en el diario Reforma, en El País y en el Chicago Tribune, Hoy, entre otros más.