Los auxiliares auditivos no bastan
Paloma Villanueva
Cd. de México (05 julio 2015) .-18:52 hrs
Un pequeño que nace con hipoacusia (audición disminuida o sordera) necesita mucho más que un auxiliar auditivo, ya que los sonidos del ambiente y sus significados son indispensables para que tenga un desarrollo cognitivo normal.
"Prácticamente, desde que nacemos empezamos a oír y a interpretar los sonidos en el cerebro", refiere Donald J. Schum, vicepresidente de Audiología y Relaciones Profesionales de Oticon, "hemos cambiado el enfoque de la atención a los niños con pérdida auditiva para que ellos puedan tener un desarrollo mucho más normal, tanto cognitivamente como socialmente".
El especialista resalta que no basta con amplificar el sonido a través de un audífono para que un niño pueda oír, sino que es necesario un proceso de estimulación mucho más elaborado en el que participan la familia y los maestros, para integrar al pequeño a su entorno y permitir un desarrollo cognitivo lo más apegado a lo normal.
Ana María del Rello, audióloga, destaca que cada sonido que percibe el niño debe ir acompañado de la mayor cantidad de información posible.
"Uno de los grandes aprendizajes que hemos descubierto es que los niños requieren escuchar constantemente todo el ruido de su entorno para aprender lo que cada uno significa y así poder distinguir la voz de sus padres de un ladrido, o el motor de un coche del timbre de su casa", señala.
Schum subraya que los niños con hipoacusia no deben ser tratados de forma distinta que el resto de los niños, ya que ellos tienen la misma capacidad de desarrollarse y desenvolverse de forma normal con los cuidados adecuados.
Un error común que cometen los padres de niños con hipoacusia, de acuerdo con Schum, es esperar que el niño entienda inmediatamente lo que le dicen cuando recién empieza a utilizar un auxiliar auditivo, pues, aunque escucha las palabras, no conoce su significado.
"Otro error que vemos frecuentemente es que tanto los padres como los maestros solamente le brindan el equipo al niño cuando quieren hablar con él, mientras el resto del día el niño se pierde de innumerables estímulos que son fundamentales para su desarrollo", advierte.