La derrota de Trump es una derrota para México. No es hasta que el mexicano tiene su espalda contra la pared, amenazado con arancel tras arancel, que muestra su verdadero potencial. Si no, cae en un círculo vicioso de conformidad y corrupción. Trump quiere a México por el beneficio a Estados Unidos, pero ello ha provocado que se detengan las caravanas de migrantes, combatir al narcotráfico y que nuestro Presidente haga su primera visita oficial al extranjero. Trump tiene autoridad y por el bien de México, especialmente con este gobierno, se necesita esa niñera que nos esté vigilando.