Lleva Ortega íconos a palacio madrileño
Lourdes Zambrano
Cd. de México (03 mayo 2016) .-00:00 hrs
Proyectos icónicos de la arquitectura pueden convertirse en símbolos de la modernidad, pero también del fin de ésta.
Bajo esta premisa, Damián Ortega concibió la exposición El cohete y el abismo, que abre este jueves en el Palacio de Cristal, un antiguo pabellón construido para exposiciones universales en el corazón del Parque del Retiro, en Madrid, y hoy espacio de exhibición dirigido por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
El título lo escogió como una forma de contraponer dos mundos, proyectos ambiciosos que se enfrentan a adversidades, ya sea por el espacio en que se encuentran o por el contexto en que están.
La muestra la conforman tres obras. La pieza central, colocada en el gran domo del palacio, una especie de invernadero gigantesco con aires románticos, como describe el lugar Ortega, es una reproducción de la Torre Latinoamericana, una réplica que exhibe colgada de cabeza desde lo más alto de la estructura de cristal, y que se balancea a manera de péndulo.
"Me gusta porque me parece que tiene muchas lecturas simbólicas. Es un edificio modernista, un ícono de la Ciudad de México. Su estructura es casi de bambú, con amortiguadores que le permiten cierto bamboleo. No es un edificio inamovible, estoico. Me interesaba como metáfora de Latinoamérica", explica en entrevista el artista mexicano.
El interior de la torre está lleno de arena, misma que cae poco a poco de la punta y forma un dibujo de formas espirales, como un pequeño cosmos, dice Ortega.
Una segunda pieza, Monumento, evoca otro ícono de la arquitectura acuática: el Titanic.
Ésta es una réplica de material inflable relleno también de arena, la cual se acumula en una de sus puntas para dar la impresión de que la embarcación se va a pique.
Ortega cuenta que cuando colaborada como caricaturista en un diario nacional con Paco Ignacio Taibo, éste le dijo que le hubiera gustado ver una versión fílmica del Titanic, pero bajo el humor negro de Luis Buñuel.
"Me interesaba esta lectura de la tragedia, del accidente, de un evento fuera de control que se vuelve conmemorativo", precisa.
A la tercera pieza, Los pensamientos de Yamasaki, la describe como una mezcla de instalación y cómic que cuenta la historia del desarrollo urbano Pruitt-Igoe, en San Luis, Misuri, una especie de Unidad Tlatelolco, dice Ortega, que fue celebrada como un ícono de la modernidad cuando fue construida en la posguerra.
"Cuando el proyecto fracasó, los arquitectos empezaron a decir que era el fin del modernismo".
Los 33 edificios que constituían el desarrollo fueron demolidos en los 70 tras su rápido deterioro, además de que nunca se afianzó como estructura social ni formó comunidad.
Minoru Yamasaki, su proyectista, tendría un aura condenada. Fue también el autor de las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York.
Una retrospectiva en Suecia
El sábado 21 de mayo, Damián Ortega inaugurará su primera retrospectiva en Suecia, Casino, en el Malmö Konsthall, bajo la curaduría de Vicente Todolí, ex director de la Tate Modern de Londres.
La muestra exhibirá más de 20 piezas de pequeño y gran formato, incluyendo la trilogía del Beetle, que incluye la bien conocida Cosmic Thing, el vocho desarmado y suspendido en el aire.
Entre las de pequeño formato estará Módulo de construcción con tortillas, otra de las piezas más conocidas de Ortega.
La exposición estará abierta hasta el 25 de septiembre.