Listos mexicanos para nueva ronda en LHC
Diana Saavedra
Mérida, México (07 marzo 2015) .-18:10 hrs
El mayo próximo, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) reiniciará sus actividades científicas y más de 60 investigadores mexicanos participarán en dos de los principales experimentos que se realizan en la frontera franco-suiza.
El LHC está formado por cuatro experimentos llamados ATLAS, ALICE, LHCb y CMS y los investigadores mexicanos están concentrados, principalmente en dos de ellos: ALICE dedicado a buscar el plasma y las partículas que surgieron luego del Big Bang, y CMS, uno de los responsables del hallazgo del Bosón de Higgs, partícula responsable de dar masa a la materia.
Luego de dos años de estar apagado por mantenimiento, el experimento internacional está listo para funcionar con el doble de potencia, al obtener colisiones de 13 tera-electrón-volts.
Esto equivale, explicó Gerardo Herrera Corral, principal responsable del equipo mexicano en ALICE, al choque de 150 vagones de un tren a 150 kilómetros por hora, pero al tratarse de las partículas más pequeñas del mundo, la velocidad y energía liberada en el punto de colisión implicará el hallazgo de partículas nuevas y la oportunidad de probar teorías como supersimetría, universos paralelos o bien, encontrar qué es lo que forma la materia oscura.
ALICE es un equipo gigantesco, enterrado a más de 100 metros bajo tierra que cuenta ya con tres equipos diseñados y construidos en México, de los cuales el más nuevo, llamado ALICE Difractive (AD) comenzará a funcionar este año.
Se trata de una tecnología diseñada por el Cinvestav y la Universidad Autónoma de Sinaloa que permitirá conocer qué pasa cuando dos partículas se rozan y generan nueva materia, aún cuando ellas no han sufrido ninguna modificación, explicó Herrera Corral.
"AD es el nuevo detector mexicano y representa la tercera aportación para el experimento que ampliará la capacidad de investigación de ALICE", explicó Herrera Corral.
Respecto a los mexicanos en el proyecto Compact Muon Selenoid (CMS), encabezados por Iván Heredia de la Cruz y Eduard de la Cruz Burelo, comenzarán en breve a trabajar desde nuestro país en el análisis de los datos del equipo que busca caracterizar de forma más precisa al Bosón de Higgs.
El trabajo mexicano en el Gran Colisionador de Hadrones ya ha permitido la obtención de dos patentes, una por el desarrollo de un plástico centellador (capaz de detectar la energía generada por las colisiones) y una técnica llamada embebido de fibra, única en su tipo en el mundo.
Herrera Corral precisó que si bien por el momento no han recibido acercamientos por parte de la industria para aprovechar estas tecnologías que podrían ser aprovechadas para mejorar los actuales equipos de Resonancia Magnética, sí han generado interés en las universidades que desean colaborar con ellos.
La Universidad Autónoma de Sinaloa, por ejemplo, anunció hoy montará un nuevo centro de tecnología que busca canalizar este tipo de desarrollos hacia la industria.

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