Parecemos ya los mexicanos como cristianos en tierra de Mahoma. Por todos lados nos tupen y en cada montón de arena encontramos graves acechos. Con el brinco de medio punto que nos recetó ayer el Banco de México (el primero que le toca a doña Victoria como Gobernadora), tengan por seguro que ni siquiera la modesta cifra de un 2 por ciento de crecimiento del PIB este año estará a nuestro alcance.