Entre 2012 y 2016 fueron asesinados 530 periodistas en el mundo, un promedio de dos por semana, 68 por ciento más que en los cinco años previos (2007-2011). Las historias que llegan a conocerse son las de corresponsales extranjeros o periodistas de alto perfil, pero la inmensa mayoría eran reporteros locales de pequeños medios que cubrían guerras, conflictos violentos, corrupción o crimen organizado. Por cada Jamal Khashoggi (Washington Post) o cada Miroslava Breach (La Jornada) hay cientos de Mohammeds Eissa (Nateq Network) o de Anabeles Flores (El Sol de Orizaba). En términos regionales, Medio Oriente y el norte de África concentran el 36 por ciento de los asesinatos (191), con Siria (86), Iraq (46) y Somalia (36) encabezando la lista. Después siguen América Latina y el Caribe con el 24 por ciento (125), donde México (37), Brasil (29) y Honduras (19) son los países más violentos. ¹El 90 por ciento de todos esos crímenes, a nivel global, permanece impune.
Carlos Bravo Regidor (Ciudad de México, 1977). Estudió Relaciones Internacionales en El Colegio de México e Historia en la Universidad de Chicago. Es profesor-investigador asociado en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), donde además dirige el Programa de Periodismo.