OPINIÓN

Cristianos, sunitas y shiitas se convirtieron en dinastías políticas que han protegido a mafiosos y corruptos

Líbano

Isabel Turrent EN REFORMA

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Como todo en el Medio Oriente, las causas de la profunda crisis que ha convertido a Líbano en un Estado fallido, desgobernado e ingobernable, como lo demostró la explosión de 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el puerto que destruyó Beirut el 4 de agosto, se pierden en el tiempo. En centurias, si no es que milenios, de comercio entre Asia y Occidente, que traían por tierra y por mar bienes y personas, invasiones sin cuento y el choque entre una variedad de grupos étnicos que tienen, además, una clara identidad religiosa.