Legado
Arturo Brizio EN REFORMA
2 MIN 30 SEG
Cuando éramos niños, las raras veces que mi padre comía con nosotros, era obligada la sobremesa. No era que el viejo fuera desobligado o grosero, simplemente por la chamba tenía que ausentarse con frecuencia del hogar. Obviamente nos preguntaba por nuestras aficiones, deberes escolares y trato con los cuates sin dejar de tocar, por supuesto, el tema del futbol.