No hablamos hoy de alguna promoción de tintorería, sino de una realidad alterna: la posibilidad de que en el gran aumento de las remesas enviadas desde Estados Unidos a México venga incluido uno que otro pago del narco. ¿Qué mejor manera de "lavar" dinero de la venta de enervantes en Estados Unidos que mandar los pagos -de los menudistas allá a los mayoristas acá- por la Banca comercial a personas físicas mexicanas al servicio de los cárteles?