Visto el listado de errores, atropellos y omisiones que llevaron al naufragio moral y político del Conahcyt, resulta alentadora la distancia que Rosaura Ruiz, la responsable de la recién creada Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), ha tomado de conceptos irrisorios como ciencia neoliberal, así como su aparente disposición a apoyar proyectos donde converjan gobierno, academia e iniciativa privada. Sin embargo, ello no basta. Hay una crisis presupuestal que amenaza el futuro de la ciencia en México, y urge enmendar las tensiones que fracturaron la relación entre la comunidad académica y los gobiernos de Morena.