OPINIÓN

La vía dolorosa.

LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO / Catón EN REFORMA

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El 29 de septiembre de 1815 salió de Puruarán don José María Morelos al frente del convoy que debía llevar al Congreso insurgente hasta Tehuacán. Llenos de mansedumbre, sumisos, iban los diputados congresistas, con la misma actitud del perrito que se comió el jabón: habían quitado a Morelos el mando de las tropas, y pusieron un artículo en la Constitución que decretaba que quien tuviera parte en el poder ejecutivo no podría desempeñar comisiones de índole militar. Cuando se percataron de que solamente Morelos podría llevarlos hasta Tehuacán se vieron obligados a reponerlo en el mando de las tropas. Así, los que hicieron la Constitución fueron los primero en violarla. Morelos no se ensoberbeció al ver que sus antiguos malquerientes le reconocían ahora sus méritos. Eso da muestras de su magnanimidad y de su entrega a la causa de la independencia, que él creía servir cuando servía a aquellos pasmarotes diputados que lo único que estaban haciendo era llevarlo hacia su ruina.