Con la información disponible hasta ahora, se cree que el Relieve de Los placeres habría pertenecido a una edificación del sitio arqueológico Los Placeres, al sur de Campeche.
El Relieve de Los placeres fue robado en 1968 y partido en 48 fragmentos para poder transportarlo.
La pieza mide 8.39 metros de largo por 2.48 metros de alto.
Se recuperó un año después, cuando los saqueadores intentaron venderlo al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Thomas Hoving, director del recinto neoyorkino, informó entonces al titular del Museo Nacional de Antropología, Ignacio Bernal, y así se recuperó la pieza.
El perito restaurador Sergio González García dirige el equipo de especialistas que trabaja en "curar las heridas" de la pieza y recuperar los colores originales.
En una última etapa de restauración, el friso maya recupera su belleza a los ojos del público que visita el Museo Nacional de Antropología y puede apreciar el trabajo de los especialistas.
Para mejorar la apreciación de la pieza, que se prevé esté lista el próximo diciembre, se ha propuesto mejorar la iluminación de la sala maya.
También se prevé usar tecnologías de proyección de video mapping para relatar la historia del hurto, su recuperación y restauración.