Las políticas legislativas y judiciales en materia de prisión preventiva nos hablan siempre de qué tan comprometida está la clase política y la sociedad en general con el principio de presunción de inocencia y el derecho a la libertad personal. En un sistema de justicia penal en clave democrática se estima que, mientras el Estado no demuestre la culpabilidad del imputado, éste se presume inocente. ¿Cómo debe tratar el sistema de justicia a un "inocente"? Primero que nada, no encarcelándolo. Un imputado que se presume inocente no pierde la libertad durante el juicio. Solamente cuando exista una sentencia en su contra puede perder su libertad. Ello, se estima, forma parte fundacional de una democracia: el ejercicio del poder coactivo del Estado no puede ser despótico, caprichoso ni autoritario.
Profesora investigadora de la División de Estudios Jurídicos del CIDE, Doctora en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, licenciada en Derecho por el ITAM. Magaloni es precursora en México de los estudios empíricos sobre las instituciones de justicia, con énfasis en la SCJN, el juicio de amparo y el sistema de persecución y enjuiciamiento penal mexicanos. Entre sus recientes publicaciones está "La Suprema Corte y la transición jurídica en México".